EL MAL NACIONAL DEL "¡RESUELVA Y MÁS NADA!"

"Hay que resolver", esa expresión, ese verbo, "resolver", más que un verbo común y corriente dentro de la lengua castellana, es expresión fundamental de una estructura de pensamiento nacional corrosiva, base de una gran parte de nuestros males como nación. Por "resolver" se recurre a los "caminos verdes" (otro famoso término nacional), cuyo mercado de servicios, incluye el pasar por encima de toda instancia, procedimiento y ley existente para "resolver" un problema de golpe, una situación urgente, que no se presentó urgente en un principio, sino que se volvió urgente por negligencia de quien ahora tiene la necesidad de "resolver"; y es allí, donde radica la improvisación para todo, en todos los ámbitos y espectros de acción de nuestro país, Venezuela: En la falta de planificación, en pensar que todo lo podemos "resolver" a última hora, incluyendo situaciones con la pareja, con los hijos, los padres, amigos y demás. Procastinación criolla.

Indudablemente que este es un punto de vista personal, meditado a profundidad, escudriñando en los espacios de la consciencia que con mucha fatiga he logrado mantener y cristalizar en medio de la tormentosa vida salvesequienpuedista venezolana. En esa circunstancia determinada, cuando se necesita "resolver", es donde nace la trampa: Buscas al gestor, al "contacto", que está acostumbrado a vivir de "resolverle" los problemas a los demás cobrando su cuota parte del ejercicio de este mecanismo venezolanísimo de corrupción. Está en el inconsciente colectivo, que todo lo podemos resolver y solventar a última hora, y eso nos pone en desventaja evidente con el mundo. 

Esperar que "la sangre llegue al río" es nuestro pasatiempo, pero nos colocamos a nosotros mismos frente a la espada y la pared.

Amplio conocido es, que una sociedad planificada logra objetivos a corto, mediano y largo plazo, fomenta su identidad, acrecienta la calidad de vida de sus ciudadanos y emerge económica y socialmente, pero esta planificación pasa por el individuo, y nuestra educación obsoleta y poco práctica, aunada a mapas mentales de fracaso, derrotismo y estancamiento deben ser cambiados de raíz, cada familia debe meditar al respecto, y evitar castrar a sus hijos con frases, aforismos y sentencias tradicionales destinadas a mutilar la creatividad. 

"¡No inventes!" le dice la madre o el padre al hijo pequeño mientras explora el mundo en edad temprana, sentencia cruel, despiadada, bruta y desalentadora para cualquier criatura pensante. 

El paradigma nacional de marginalidad, de la gente que no tiene casa porque el gobierno "no la ayuda", es urgente cambiarlo, nos estamos hundiendo en una espiral de abandono, absurdamente, la vida perdió sentido para muchos, la fatiga por sobrevivir se sobrepuso a la voluntad de vivir. Hemos de recuperar la salud mental nacional, el venezolano requiere terapia intensiva, y esa terapia debe hacérsela a si mismo. 

Se empieza por pasos cortos, y cada quien que sepa o al menos tenga idea de sus problemas, puede hacer algo al respecto, sin necesidad de que un político (que tiene mayores problemas psicológicos) venga a decirle que hacer.

ANTE LA CRISIS: ERES TU MEJOR ALIADO O TU PEOR ENEMIGO

Hay algo evidente en la actualidad de "este país, mi país, tu país" -como dice la popular canción de María Teresa Chacín- y es que la desesperanza, el pesimismo, el egoísmo y otros diversos factores de descomposición social, tienen una tendencia a incrementar vertiginosamente, pero, ese no es el punto vértice que trataremos a continuación. Queremos aportar herramientas productivas para estar mejor parados ante la crisis, pues, si no hacemos algo para cambiar percepciones y respuestas ante la adversidad, si no transformamos las impresiones que recibimos producto de la situación actual, con el tiempo, indudablemente empezaremos a presentar inarmonías y desordenes de todo tipo a niveles físico y espiritual.

En primer lugar, hablaremos de lo que en términos físicos externos incide en nuestras vidas: Es bien sabido que el ser humano desde siempre ha buscado rodearse de belleza, de lo estéticamente superior, y esa característica innata de la humanidad, ha ido evolucionando con el paso del tiempo, desde los dibujos rupestres en cavernas y viviendas arcaicas, pasando por la majestuosa arquitectura egipcia, griega, china, barroca, etc, hasta la actualidad. Es probable que el lector venezolano se pregunte ¿Por qué hablamos de este tema? ¿Qué tiene que ver esto con la necesidad de enfrentar efectivamente a la adversidad? Y sencillamente, tiene su fundamento en que el entorno, esos espacios donde nos desenvolvemos diariamente, son factor preponderante para determinar tanto el desarrollo como el posible estancamiento o retroceso social y económico de la persona y la sociedad en general. No en balde antiguos egipcios buscaban proveerse de espacios cada vez más majestuosos y armónicos para establecer su sociedad, que además poseía una profunda cultura ancestral en materia espiritual. No por casualidad la civilización europea de la edad media, ilustración y renacimiento buscaba (y hoy día sigue buscando) desarrollar una arquitectura más avanzada y bella, y podemos estar seguros que el dominio general de dicho continente sobre el mundo en tiempos de la conquista pasó obligatoriamente por el desarrollo de espacios ideales y acordes al crecimiento individual y colectivo en aquella época, cuestión que fortaleció a la sociedad Europea.

Indudablemente, en Venezuela no escapamos de dicha realidad, somos humanos, y estamos influidos por los mismos factores, necesidades y potencialidades, por tanto, también precisamos proveernos de espacios ideales para explotar al máximo talentos individuales particulares, y hablamos tanto de espacios comunes, en los cuales tenemos la dicha de relacionarnos con los demás seres humanos, como de espacios más privados, es decir, nuestra casas o apartamentos, que son vitales para el desarrollo del individuo y principalmente de la familia.

Tu casa es punto de apoyo y soporte en el plano físico, si no está en armonía con tus vibraciones y energías creativas, con tus talentos y sueños, difícilmente podrás encontrar equilibrio y estabilidad material. Razón por la cual, es preciso decir, que la arquitectura contemporánea ofrece amplia gama de posibilidades para diseñar y construir la casa de tus sueños. Estamos en la era de la información, acumulamos todos los conocimientos de la humanidad hasta nuestros días con facilidad, siendo esto una enorme ventaja, además, con el apoyo de profesionales altamente capacitados puedes encontrar y hacer realidad LA MEJOR DECORACIÓN PARA TU CASA.

Pent House 505 de Arq Renny Molina/homify.com.ve

El entorno nos brinda soporte y estabilidad a nivel físico, la inversión de tiempo, energía y recursos en soberbios diseños de viviendas como el de la fotografía anterior (cortesía de Homify Venezuela) es positiva y sana para nuestras vidas, no obstante, no podemos obviar las otras aristas que componen e integran al ser humano y son parte de la necesaria estabilidad espiritual, la cual viene dada por el perfecto equilibrio entre los llamados o conocidos centros: Material, creativo-sexual, emocional y mental.

Algunos autores establecen diferencias definidas e irreconciliables entre los anteriormente mencionados centros, sin embargo, todos y cada uno se compenetran en una indisoluble interacción e interdependencia, teniendo estos como punto de encuentro lo que las doctrinas espirituales más antiguas conocen como nuestro "Ser". En pocas palabras, el Ser constituye la chispa divinal, esa pequeña parte en nosotros que nos distingue y a la vez nos une al Todo visible e invisible, algunos le llaman "alma", pero nosotros preferimos llamarle: El Ser.

Al Ser se puede llegar, armonizando con el universo, observándonos y creciendo desde adentro, utilizando la introspección y la meditación, acompañadas de la acción consciente. El ser, en su máximo esplendor desata en nosotros el tipo de acción más elevada a través de la voluntad consciente (Thelema).

No con esto queremos dar a entender al lector que el autor ha llegado al Nirvana Búdico o al éxtasis espiritual, eso sería mentir, pero si podemos afirmar que estamos haciendo nuestros máximos esfuerzos por autodescubrirnos, y sería grato sentirnos acompañados y juntos en el camino por más personas que crean posible hacer un cambio en su propia vida e influir correctamente en su entorno.

El gran hombre de paz, líder de la India emancipada, Mohandas 'Mahatma' Gandhi, decía: 

"La felicidad se alcanza cuando lo que uno piensa, lo que uno dice y lo que uno hace están en armonía." (A la cual, sin ánimos de desmeritar sino de mejorar la frase del gran Gandhi, yo agregaría también: Lo que uno siente.)

Dicho esto, y visto que diversos métodos para cambiar la consciencia venezolana de carácter predominantemente externo han sido ineficazmente aplicados a lo largo de la historia sin arrojar resultados positivos, los desequilibrios que seguramente sufren muchos de los venezolanos a causa de la crisis actual, sólo pueden ser superados mediante la implementación de métodos internos, inductivos (de adentro hacia afuera, de lo particular a lo general, y no al revés), ¿A qué se quiere llegar con este punto? Clara y meridianamente, creemos y aseveramos que el cambio nacional que tanto anhelamos (porque nadie que esté en su sano juicio quiere ver a su país sumido en la oprobiosa y abyecta miseria de la Venezuela actual) debe venir de adentro, de cada uno de los venezolanos en un ejercicio de autoobservación profunda, utilizando las herramientas del análisis crítico, la meditación y la acción consciente.

No deseamos aportar más valor que el que cada uno de nuestros lectores siente dentro de si mismo como una fulgurante llama esperando a desatar su potencial, creemos en el talento humano auténtico para salir de la crisis, así que en un intento de ayudar a esa necesaria tarea de autodescubrimiento, haremos un brevísimo ejercicio de lo que en la actualidad algunos conocen como "Coaching", y que está muy relacionado y tiene su origen con la Mayéutica Socrática. Respondiendo a las siguientes preguntas y evaluando internamente las respuestas, podrás dar importantes pasos rumbo al descubrimiento de ti mismo, y con ello de tu talento potencial interior:

¿Cuáles son tus principios? 

¿Qué deseas para tu vida?
¿Eres feliz en este preciso instante? Sí lo eres: Comparte tu secreto con tus seres queridos. Sí no lo eres: ¿Por qué? 

¿Permitirás que una situación externa afecte tu paz interior? 

¿Te crees o no responsable de ti mismo y de tu felicidad? 

¿Culpas a los demás de tus problemas y/o sentimientos? ¿Acaso no eres tu el que siente tus propios sentimientos y tienes el control sobre tu vida?
¿Crees necesario dañar a otros para lograr tus objetivos? ¿O puedes lograr los objetivos que te planteas sin sacarle ventaja a nadie y ayudando a otros en el trayecto?

¿Te crees capaz de dominar tus percepciones? Sí crees ser capaz de ello: ¿Cómo te tomas las situaciones? Sí no te crees capaz en este momento: ¿Qué esperas para empezar a dominarte a ti mismo?

Recuerda y ten presente esta enseñanza conocida como el duodécimo sutra de Siddharta Gautama, mejor conocido como Buda, cada vez que te creas incapaz de controlar tus propios pensamientos y sentimientos:

"Es mejor la conquista de uno mismo que ganar mil batallas. Así, la victoria será tuya. Ángeles ni demonios, cielo ni infierno te la pueden arrebatar."

                                                                                                                                                    

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—Andrés A. Fernández Molina

"COLOQUIO BAJO LA PALMA" un Poema de Andrés Eloy Blanco que moverá tu fibra venezolana

Las excelsas líneas del poeta llegaron a mí, leyendo un maravilloso libro, del Dr. Manuel Barroso, cuyo título es "Autoestima del Venezolano: Democracia o Marginalidad", tratando de encontrar fuerzas para seguir creyendo en este país que me lo ha dado todo a pesar de su maltratada historia y de la ingratitud de la mayoría de sus hijos (incluyéndome), aunque, es mi anhelo, y espero a futuro, poder resarcir el daño que le he hecho y el bien que no le hecho a mi amado país, como sé que ustedes, estimados lectores, quieren y desean igualmente, compartiendo una visión de una Venezuela bonita, querida y próspera, en la cual el "primero yo" pase al olvido, y el NOSOTROS tome protagonismo fundamental en la construcción de una mejor nación.

Este poema maravilloso, nos invita a ser personas, ¡Si, así es!, sólo a ser personas, o a "ser gente" -como dice el refrán popular-, ese sencillo arte de vivir, de no olvidarnos de nosotros mismos, de no autodestruirnos con vicios ni subterfugios mentales, que parece que se nos ha olvidado por completo.
No nos invita a tener más para valer más (como se nos ha enseñado erradamente en nuestras casas, escuelas y medios de comunicación), tampoco nos invita a creer en la falsa panacea que ofrece la farsa de los partidos políticos tradicionales, que se endilgan la palabra democracia a sí mismos creyéndose infalibles y perfectos sin practicar ni siquiera uno solo de los principios de la democracia (como lo es el respeto de las diferencias y el respeto al ser humano por encima de cualquier militancia política proselitista), esa farsa, en la cual lamentablemente muchos han caído (incluyéndome), pero cada vez más, personas de valor, con principios, con liderazgo y pensamiento crítico libre, están despertando del letargo y están dispuestas a asumir el destino de su propia vida y el destino de nuestro país, basados en el respeto y la sana convivencia social, en la interrelación mutua de todos los venezolanos, y en tantas cosas que este país y su gente tiene para ofrecer.

Sin más preambulos, dejo con ustedes el poema, en su versión para Youtube, y en su versión escrita:

Coloquio bajo la palma

Lo que hay que ser es mejor
y no decir que se es bueno
ni que se es malo,
lo que hay que hacer es amar
lo libre en el ser humano,
lo que hay que hacer es saber,
alumbrarse ojos y manos
y corazón y cabeza
y después ir alumbrando.

Lo que hay que hacer es dar más
sin decir lo que se ha dado,
lo que hay que dar es un modo
de no tener demasiado
y un modo de que otros tengan
su modo de tener algo,
trabajo es lo que hay que dar
y su valor al trabajo
y al que trabaja en la fábrica
y al que trabaja en el campo,
y al que trabaja en la mina
y al que trabaja en el barco,
lo que hay que darles es todo,
luz y sangre, voz y manos,
y la paz y la alegría
que han de tener aquí abajo,
que para las de allá arriba,
no hay por qué apurarse tanto,
si ha de ser disposición
de Dios para el hombre honrado
darle tierra al darlo a luz,
darle luz al enterrado.

Por eso quiero, hijo mío,
que te des a tus hermanos,
que para su bien pelees
y nunca te estés aislado;
bruto y amado del mundo
te prefiero a solo y sabio.

A Dios que me de tormentos,
a Dios que me de quebrantos,
pero que no me de un hijo
de corazón solitario.

—ANDRÉS ELOY BLANCO

Versión audible para Youtube:

PARA UNA MEJOR VENEZUELA NECESITAMOS MEJORES VENEZOLANOS

¿Está usted molesto con la situación del país?

Todos en cierto modo lo estamos, estamos afrontando la peor crisis de nuestra nación en décadas: La crisis de consciencia.

Pero, para salir del foso no necesitamos necesariamente "tocar fondo" como dicen algunos "expertos" en materias psicológicas conductuales. Necesitamos CAMBIAR, el cambio del sistema de gobierno y del modelo económico son necesarios, pero el CAMBIO al que me refiero, y que es FUNDAMENTAL, es el cambio en CADA PERSONA, en CADA UNO DE NOSOTROS en lo individual, en lo interno.

¿Le desespera el accionar de motorizados, transportistas, taxistas, entre otros?

Por supuesto, ¿a quién no?, pero para empezar a cambiar eso, primero hay que conocer y respetar las señales de tránsito vehicular: 

Respete el rayado peatonal, señales de tránsito y semáforos: 

• ¿Es usted peatón?, entonces: Espere a que el semáforo indique la luz roja para que pueda usted cruzar; cruce por el rayado y no a mitad de avenida o calle, para eso existe el rayado peatonal, para RESGUARDAR su integridad y la de los conductores de vehículos.
• ¿Usa usted algún vehículo?, entonces: Espere a que el semáforo indique luz verde para que pueda usted avanzar; no se coloque encima del rayado peatonal, ese rayado es para los PEATONES, tenga usted moto o carro, aprenda a valorar su inteligencia y además aprenda a respetar y cuidar de sus conciudadanos; no se "coma la flecha", las calles y avenidas tienen un sentido de orientación por algo, no sea irresponsable. 

Parafraseando Renny Ottolina: ¿sabe usted para que sirven las cercas en el campo? Pues, para que las vacas sepan por donde pueden caminar. El rayado peatonal brinda la misma función, para las personas, ¿Es usted más o menos inteligente que las vacas? Respete el rayado peatonal.

En conclusión, utilizando la frase popular: ¡NO SE COMA LA LUZ!

Respete el tiempo ajeno:

• Si usted llega a un lugar muy temprano para hacer cualquier trabajo o diligencia, ya sea en el banco, notarías, registros, etc, a usted no le gusta que venga ningún "vivo" a coleársele y a pasar por delante y encima de usted sin el menor pudor, ¿cierto? Bueno, no haga lo que no le gusta que le hagan. SEA UN BUEN VENEZOLANO
• Si es usted Funcionario Público, no espere a que le mojen la mano o a que le reverencien para poder realizar SU TRABAJO, recuerde que: USTED NO LE ESTÁ HACIENDO UN FAVOR A NADIE, ESE ES SU TRABAJO y por eso el Estado (en representación del ciudadano que lo constituye) LE PAGA, sea un BUEN FUNCIONARIO, SEA UN BUEN VENEZOLANO.

Respete las leyes de su país, el ordenamiento jurídico existe para regular nuestra convivencia:

• ¿Es usted comerciante?: De factura de lo que vende, no cambie precios, no acapare comida ni productos básicos, no robe a sus iguales. SEA UN BUEN VENEZOLANO.
• ¿Es usted transportista?: Responda los buenos días, no ande gritando a los usuarios de sus servicios, que son los que le dan de comer, no maneje como si cargara cochinos, USTED TRANSPORTA PERSONAS IGUALES A USTED, SEA UN BUEN VENEZOLANO.
• ¿Es usted un ciudadano de a pie?: No le saque ventaja a nadie, trabaje honestamente, deje de usar "la trampa y el rebusque" como mecanismo de subsistencia, sea correcto, y si no lo es, no ande exigiéndole a nadie que lo sea, ni ande hablando pestes de nadie cuando usted no da ni siquiera el más mínimo ejemplo. "No vea la paja en el ojo ajeno, sino la viga en el ojo propio" SEA UN BUEN VENEZOLANO.
• Si anda usted bebiendo o agasajándose con un grupo de amistades, ya sea en un carro (aunque no debería manejar mientras bebe), o en cualquier lugar: Las personas alrededor no tienen porque escuchar su música a full volumen o su escándalo, respete el espacio y derecho ajeno a disfrutar de un ambiente tranquilo, NO SEA MARGINAL, SEA UN BUEN VENEZOLANO.

Hagamos de la crisis una ventaja para aprender a ser CIUDADANOS, no necesitamos atropellarnos los unos contra los otros sólo porque "el país está mal" y "por eso estamos como estamos", hagamos de nuestra austeridad y situación adversa colectiva por lo menos más llevadera, unámonos para trabajar y para construir, no para chismosear, ni abrirle la puerta a los vicios, ni para dañar a nadie. 

Es tan sencillo decirlo como hacerlo mi estimado paisano, CRÉAME, SEA UN BUEN VENEZOLANO, no cuesta nada.

"Entre los individuos, como entre las Naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz" —Benito Juárez

Andrés A. Fernández M.
@FernandzAndres

PIZZLED: LA PARADOJA DE LA COMUNICACIÓN EN EL SIGLO XXI

Hoy, pleno apogeo tecnológico de la humanidad, en casi todos los ámbitos, quizás uno de los principales avances de la humanidad en ese sentido, es la generación de tecnología para acortar distancias, para generar aparentemente más facilidades para la comunicación, pero esto en muchos casos no viene a ser otra cosa que un retroceso. ¿A qué se debe esta paradoja, esta contradicción tan palmaria? Paradoja tan meridiana como el hecho de que las potencias del mundo buscan la paz a través de la guerra y la violencia.

Se debe a muchos factores, pero el principal radica en nosotros mismos y nuestras prioridades, es decir, preferimos estar metidos de cabeza en un teléfono celular que prestarle atención a la gente que está en nuestro entorno inmediato demandándonos comunicación y atención. Estoy plena y absolutamente seguro que a todos ustedes les ha pasado: Estas saliendo o compartiendo con alguna persona especial o ser querido, y ésta, como señal (ya sea consciente o inconsciente) de irrespeto, asume la posición de enclaustrarse en su smartphone, nos ignora totalmente al punto que genera en nosotros hastío y molestia inconmensurables. A esta sensación desagradable que se produce en nosotros ante la desatención por cualquier motivo, pero principalmente por el del uso indiscriminado en reuniones del teléfono celular, el psicólogo Daniel Goleman le ha acuñado un término neolingüístico llamado “Pizzled”, derivado de palabras en inglés “puzzled” (que significa desconcertado o perplejo) y “pissed” (que significa irritado o molesto).

¿Quién no se ha sentido evidentemente molesto ante esa conducta? Pero no es eso lo más importante, el punto al que quiero llegar es: ¿No nos damos cuenta que la tecnología nos ha restado habilidades sociales e incluso emocionales? Y no es esto culpa de la tecnología, por supuesto que no, la tecnología comunicacional es un instrumento increíble, un don de la ciencia en la actualidad, pero como en todo, por el hecho de que caminamos en la dualidad, hemos hecho de ese don un vicio implacable. A muchos nos pasa, que a través de una pantalla podemos expresar cualquier cantidad de palabras y sentimientos, pero en persona no tenemos nada que decir, debido a que condicionamos nuestro ser a comunicarse estrictamente por la vía indirecta que nos facilita la tecnología. Pero, es que, hasta las actividades de cortejo directo y personal se han perdido en las relaciones de pareja, gracias a que hemos establecido inexorablemente una zona de confort en los aparatos tecnológicos. Inclusive, estando reunidos con una persona en un mismo sitio o teniéndola en un cuarto contiguo, preferimos enviar un mensaje de texto para comunicarnos sobre cualquier hecho del día, dejando a un lado la comunicación interpersonal directa y sustituyéndola por la frialdad que la tecnología supone. No es negativo el uso de la tecnología, ya lo he manifestado y es necesario recalcarlo, pero si resulta pernicioso lo que estamos haciendo de nuestras relaciones interpersonales directas, le damos más importancia a cualquier cosa en el mundo y en nuestro entorno que a quien o a lo que tenemos en frente, dejando de vivir el presente y de disfrutarlo al 100%.

-Andrés A. Fernández Molina

@ELDragonDeAcero

Correo: andres.fernandez411@gmail.com

MANICOMIO A CIELO ABIERTO

"¿Te metes conmigo? Te humillo, te lincho, te quemo vivo, te mato." Esa es la lógica que peligrosamente está predominando en Venezuela. 

Al ver un vídeo de la quema de un ser humano por ser "ladrón" a plena luz del día y en presencia de un grupo de sádicos que la disfrutan, me pregunto ¿Nuestro país se volvió un manicomio? Esta situación realmente desespera y llama a clamar por nuestra consciencia, que está metida no sabemos donde coño.

Ante la crisis estructural, en vez de realizarnos como ciudadanos de bien y de honor en busca de la prosperidad y el orgullo nacional juntos en un bloque monolítico, se fomentan y fortalecen vertiginosamente los vicios y bajas pasiones. Eso pasa en mi atropellado país, atropellado no por un gobierno, no por un imperio, no por una guerra económica, no por unos apátridas, NO, está siendo atropellado, vejado y golpeado por NOSOTROS MISMOS y nuestra escasa, diminuta, minúscula o más bien diría que inexistente consciencia. Es hora de ser serios de verdad y dejar de echarle la culpa a todo lo que pasa por nuestra mente. De nada vale echar culpas a este o aquel, porque a la final eso no nos lleva a la solución definitiva de nuestros problemas como país, estemos claros en eso.

"¿Están escasos la leche y los pañales? Vamos a comprarlos todos y se los revendemos a quienes tienen niños y necesitan esos productos". Esa es la lógica que está en la cabeza del venezolano, del bachaquero, que tiene trabajo gracias a la ignorancia, la irresponsabilidad y la indolencia. 

Pero, no es todo, la descarga de estos lamentos, de esta impotencia galopante que relincha en mi corazón de joven venezolano no termina allí, porque si esos individuos tienen trabajo es gracias a la irresponsabilidad de quienes compran sus productos de manera ilegal. Hay algo llamado boicot, resistencia, y que debe aplicársele a quienes han hecho del bachaqueo su profesión y medio de vida. 

"¿Necesitas la licencia, el trámite, la permisología, el registro de tu negocio o cosas personales? Ven que yo te hago la vuelta, pero eso te sale tanto..." Esa es la lógica marginal que se anida y enquista inexorablemente en todas y cada una de las instituciones de nuestra patria, y lo peor es que esa conducta se expande a velocidad vertiginosa hasta llegar a los lugares más insospechados. 

El venezolano ha perdido la capacidad de asombro, ha perdido la esperanza, simplemente emite un juicio implacable en unas escasas palabras condenándose: "Así somos, estamos así y así seguiremos porque es nuestra naturaleza." Una naturaleza implantada en la mentalidad venezolana casi a sangre y fuego, casi que impuesta como el hierro que le ponen al gana'o, pero gran diferencia, ese hierro hirviendo nos es puesto todos los días en el cerebro, desde que nacemos hasta que exhalamos el último aliento en esta doliente nación. 

Nadie dice nada, nadie protesta ante este infierno de dante criollo. El que pega un grito al cielo en su legítimo derecho tratando de luchar contra la mentalidad derrotista y pesimista del venezolano, es tildado de loco, se le confronta, o simplemente no se le 'para bola'.

¿Y que carajo vamos a hacer? Es increíble que nadie se percate o haga caso omiso de lo que está pasando. Si permitimos o peor aún, aplaudimos linchamientos y quemas de delincuentes, vamos camino a la barbarie de la edad media sin lugar a dudas, el que aplaude la violencia y la injusticia con los demás, la pide para si mismo. Es más delincuente quien mata que quien roba ¿O NO ES ASÍ?

¿Y con los bachaqueros? ¿Vamos a seguir "vendiendo boba"? ¡NO A LA COMPRA-VENTA ILEGAL DE PRODUCTOS! 

¿Es que a todos nos parece muy normal este caos? "Ya se volvió una cosa del día a día, eso es así, los bachaqueros no tienen culpa, maldito gobierno" vociferamos a veces, mientras nos echamos una palada de estiércol encima, y sepan algo, ya la montaña de excremento nos está llegando al cuello, y al paso que vamos, de seguro vamos a terminar sepultados en dicha montaña.

La solución al problema nacional no es salir de un gobierno y poner a otro en la tan preciada y codiciada silla de Miraflores, eso no cambiará en realidad mientras no cambiemos nosotros, cada uno, a lo interno. La solución no es más que abrir los ojos, analizar y rectificar en lo micro, para que el cambio se vea a lo macro. Necesitamos ver que la estamos cagando, que damos vergüenza, que necesitamos amar a esta tierra y a quienes la habitamos. 

Es todo.

-Andrés A. Fernández Molina
@FernandzAndres
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Andrés Fernández Molina.

Abogado

REFLEXIONES NECESARIAS

En las calles todo el mundo se queja de la inseguridad y la "marginalidad" creciente, pero no veo a nadie quejándose porque un padre le pegó a su hijo delante de todo el mundo por el simple hecho de pedirle alguna cosa o chuchería, ni tampoco veo a nadie exigiéndole al sistema educativo que se encargue de educar para la vida, para la vida práctica, que se le enseñe a los niños y adolescentes a controlar y configurar sus emociones y pensamientos, que se les enseñe como identificar y clasificar sus estados psicológicos interiores, que se les den herramientas para que conozcan lo más importante de la vida: A si mismos.

No se le exige a la familia, o no se le enseña, a criar niños sanos, en ambientes propicios, y que ellos serán el ciudadano del mañana, el ciudadano responsable o irresponsable dependiendo de lo que se le haya enseñado en casa.

Porque andamos por la vida sin saber quien somos, sin identidad definida, incluso sin saber hacia donde vamos o hacia donde queremos ir, ni como personas, ni como familias, ni muchísimo menos como país.

Entonces, cuando usted vea a un "marginal" en la calle, no lo juzgue, no lo critique, no lo mire feo, eso agrava y lo sumerge más en su condición de marginado, ya que no se marginó por si solo, fue marginado por la sociedad y el sistema, y ese sistema nos incluye a todos, incluyéndolo a usted, estimado lector que sin consciencia pudiera estar juzgando malamente a una persona que ha atravesado enormes crisis existenciales y que no ha podido salir de la "marginalidad", ya que a nadie le interesa que salga de ahí, porque todos la miran con desprecio.

Empecemos por ahí: no juzguemos a nadie; cuidemos a los niños y brindémosles herramientas para que sean personas ejemplares y así les evitamos también problemas y sufrimientos; vayamos a las escuelas a ver como se educan a nuestros niños, no es posible que los padres hoy, vean a las escuelas y liceos como depósitos de muchachos, donde se pueden librar de sus responsabilidades de crianza durante el día.

SEAMOS CIUDADANOS INTEGRALES, seamos humanos, o, ya que no fuimos formados para ello gracias a la ineficaz sociedad venezolana, hagamos el esfuerzo y formémonos para tal fin: SER HUMANOS.

-Andrés A. Fernández Molina

@afernandez

Correo: andres.fernandez411@gmail.com

ANOTACIONES RUIDOSAS:

Se ha vuelto realmente ignominioso, casi insoportable, hallar al terruño amado en una situación tan baldía, fría, indolente, rígida y miserable, caminar por la calle y solamente encontrar un vaho a muerte y putrefacción similar al del aseo urbano cuando transita recogiendo desechos en frente de nosotros. Este lugar, tuyo, mío y nuestro, donde a paso de oruga fueron tejiéndose sueños y utopías de la niñez, cuando era apenas un mozalbete cargado de esperanzas y anhelos. Aún así, perviven en mi esos días pasados, en los cuales, yo, en mi futilidad humana solía decir, provisto de brillo radiante y vigoroso en los ojos: "Quiero ser...", "Quiero ser médico", "Quiero ser profesional", "Quiero ser Presidente", a la tierna edad de apenas 4 años.

Hoy, poco más de 24 vueltas al sol acumulo en mi libro cronológico, y sigo tratando de desacreditar a toda imagen que llega a mi psique desde el exterior de manera cruda, mordaz y brutal, dándome una certera cachetada moral y a la vez gritándome al oído: ¡ESTA ES LA HUMANIDAD, ESTA ES LA SOCIEDAD, ESTE ES TU PAÍS, ESTE ERES TU MISMO! Y confieso que, tratar de transformar todas esas impresiones en sólido motivo para mantenerse en pie de lucha, ha sido y es una tarea ardua y titánica. 

Hemos llegado inalterables, como zombis, dormidos desprovistos de consciencia al lamentable Darwinismo social que tanto temen o demuestran falsamente temer todos los "políticos" del mundo durante la historia. Hoy, "o eres tu o soy yo, y es claro que prefiero ser yo a que seas tu". Y en la familia venezolana, en lugar de cultivar la digna y potente aristocracia moral del ejemplo, de enseñar a los niños y jóvenes a ganar su pan y sustento honradamente, se alienta al 'saqueo', pero no saqueo en el sentido estricto de la palabra, no, sino al saqueo como término sustituto de todos los vicios del venezolano, es decir, la corrupción, la estafa, el robo o rapiña, el amiguismo, el padrinazgo, la 'pantalla', la apariencia, la hipocresía y demás lacras sociales, que sería imposible enumerar, sería necesario tener dedos de acero o lengua de plata para escribir o decir la gran cantidad de agregados psicológicos negativos que se albergan y refugian en la "consciencia nacional" (si es que esta existe, y de no existir, es menester construirla).

Hoy, reconozco públicamente ser un pesimista, pero no un pesimista común y corriente, sino un pesimista con ganas insaciables de cambiar ESTA MIERDA, como José Saramago, y con él digo: "Los únicos interesados en cambiar el mundo son los pesimistas, porque los optimistas están encantados con lo que hay". Y yo, no estoy ni estaré encantado jamás con lo que hay, es decir, este infeliz sistema, que se come vivos a la esperanza y potencial humanos, además de devorar al humano mismo y de absorber su fuerza vital.

¿Habrá acaso alguien que haya tenido la delicadeza de leer estas líneas? Líneas y pensamientos, que a diario y con el paso de los días se van pareciendo más al grito lastimero de aquel mendigo herido en la acera de una plaza, mientras todos lo ignoran y evaden la realidad de su fútil existencia ¿Habrá acaso alguien que piense igual que yo o incluso tenga mejor idea del sombrío panorama? ¿Alguien que desee como yo cambiarlo todo? 

¿Quién apuntará su nombre en estas anotaciones ruidosas? 

-Andrés A. Fernández Molina
@afernandez
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