En las calles todo el mundo se queja de la inseguridad y la "marginalidad" creciente, pero no veo a nadie quejándose porque un padre le pegó a su hijo delante de todo el mundo por el simple hecho de pedirle alguna cosa o chuchería, ni tampoco veo a nadie exigiéndole al sistema educativo que se encargue de educar para la vida, para la vida práctica, que se le enseñe a los niños y adolescentes a controlar y configurar sus emociones y pensamientos, que se les enseñe como identificar y clasificar sus estados psicológicos interiores, que se les den herramientas para que conozcan lo más importante de la vida: A si mismos.
No se le exige a la familia, o no se le enseña, a criar niños sanos, en ambientes propicios, y que ellos serán el ciudadano del mañana, el ciudadano responsable o irresponsable dependiendo de lo que se le haya enseñado en casa.
Porque andamos por la vida sin saber quien somos, sin identidad definida, incluso sin saber hacia donde vamos o hacia donde queremos ir, ni como personas, ni como familias, ni muchísimo menos como país.
Entonces, cuando usted vea a un "marginal" en la calle, no lo juzgue, no lo critique, no lo mire feo, eso agrava y lo sumerge más en su condición de marginado, ya que no se marginó por si solo, fue marginado por la sociedad y el sistema, y ese sistema nos incluye a todos, incluyéndolo a usted, estimado lector que sin consciencia pudiera estar juzgando malamente a una persona que ha atravesado enormes crisis existenciales y que no ha podido salir de la "marginalidad", ya que a nadie le interesa que salga de ahí, porque todos la miran con desprecio.
Empecemos por ahí: no juzguemos a nadie; cuidemos a los niños y brindémosles herramientas para que sean personas ejemplares y así les evitamos también problemas y sufrimientos; vayamos a las escuelas a ver como se educan a nuestros niños, no es posible que los padres hoy, vean a las escuelas y liceos como depósitos de muchachos, donde se pueden librar de sus responsabilidades de crianza durante el día.
SEAMOS CIUDADANOS INTEGRALES, seamos humanos, o, ya que no fuimos formados para ello gracias a la ineficaz sociedad venezolana, hagamos el esfuerzo y formémonos para tal fin: SER HUMANOS.
-Andrés A. Fernández Molina
Correo: andres.fernandez411@gmail.com